lunes, 22 de noviembre de 2010

DÍA 9

Andrea entra en el hospital y camina hacia recepción.
ANDREA.- Hola, vengo a ver al paciente de la 232.
ENFERMERA.- Un segundo.
Coge un teléfono y marca un número. Unos minutos después cuelga.
ENFERMERA.- Vale, puede usted pasar.
Andrea camina por el pasillo y llega hasta la habitación. Abre la puerta y entra, pero la habitación está vacía. Andrea corre hacia la recepción de nuevo. Hay otra enfermera.
ANDREA.- Hola, perdón. ¿El paciente de la 232?
ENFERMERA 2.- ¿Qué ocurre?
ANDREA.- No está.
ENFERMERA 2.- ¿El de la 232? ¿Es usted familiar?
ANDREA.- No... Sí.
ENFERMERA 2.- Siento ser yo la que se lo diga...

EN LA TERAPIA

ANDREA.- Y me dijo que no quería ser ella quien me diera la noticia pero...
Laura se lleva las manos a la boca.
ANDREA.- Me temí lo peor. Pero sólo quería decir que se lo habían llevado a la clínica.
MIMI.- ¿Clínica?
ANDREA.- O el sitio ese donde le vayan a curar.
JOE.- Joe dice...
MIMI.- Joe no dice nada.
SARAH.- Gracias, Andrea.
ANDREA.- ¿Por?
JACK.- Por mantenernos informados. La información es un tesoro que...
MIMI.- ¿Y has hablado con él?
ANDREA.- No, no he conseguido que... ¡Eh! Que no me gusta. Simplemente, estoy preocupada por él.
SARAH.- Bueno, dejemos de hablar de Tom, que ya no está en este grupo, ¿os parece?
Mira su reloj.
SARAH.- ¡Uy, qué tarde que es! Lo siento pero mañana más. Son ya las 7. Y hoy es lunes. Ya sabéis lo que significa.
Todos se levantan y Laura se acerca a Sarah.
LAURA.- Quería apuntarme a estas clases de salsa.
SARAH.- Cariño, te apuntaría encantada, créeme, pero con esas caderas no ibas a llegar lejos.

EN EL PASILLO

ANDREA.- ¿Qué haces aquí?
CAROL.- Venir a buscarte.
ANDREA.- Te dije que no vinieras.
CAROL.- ¿Sí? Yo creía que me habías dicho que viniera.
ANDREA.- Te dije EXPRESAMENTE que no vinieras.
CAROL.- Sí, puede ser. ¡Hola!
Carol pasa de largo y se va a saludar a Holden.
CAROL.- Hola, guapo.
HOLDEN.- Hola.
CAROL.- ¿Éste chico quién es?
ANDREA.- Holden, ésta es mi hermana, Caroline.
HOLDEN.- Ah, Andrea nos ha hablado mucho de ti.
CAROL.- ¿Ah, sí?
HOLDEN.- Sí. Es más. Hoy nos ha contado que un día, después de una...
ANDREA.- ¡Holden! Ay, qué gracioso es. Venga, ¿no tenías prisa?
HOLDEN.- ¿Te-te gustaría ir a dar una vuelta? Así comprobaría si las cosas tan bonitas que dice son ciertas.
CAROL.- ¿Qué insinúas, pervertido?
Carol le amenaza.
ANDREA.- ¡Carol! Es un piropo.
CAROL.- Oh, ah, vale... Necesito unas clases de ligar, ¿sabes?
HOLDEN.- ¿Vendrías a dar una vuelta conmigo?
CAROL.- Claro.
Carol se va con Holden y Andrea se queda sola en el pasillo.
LAURA.- ¿Qué tal estás?
ANDREA.- Bien, ¿por?
LAURA.- Como estás aquí sola...
ANDREA.- No por gusto.
LAURA.- Seguro que Tom se cura.
Laura la abraza.
ANDREA.- ¡Eh, eh, aparta! ¿Qué crees que estás haciendo?
LAURA.- No sé, pensé que estarías mal por lo de Tom y...
ANDREA.- ¿Mal? ¿Yo? ¿Por qué iba a estarlo?
LAURA.- Creía que tú y...
ANDREA.- Pues no creas ni pienses nada, ¿vale? Tom y yo no tenemos nada. Y punto. Vete a compadecer a otra.
Andrea se va y ahora es Laura la que se queda sola.
JOE.- Joe dice que eres tonta.
Laura se va, llorando.
JOE.- Joe dice que Joe es tonto.

EN LA TELEVISIÓN

ANNA.- Este trabajo es un auténtico rollo. Me voy a por un café.
Nadie la contesta, se levanta y se va. Camina por el pasillo y llega a la máquina de café.
ANNA.- Un café cortado, por favor.
Se cruza de brazos y espera.
ANNA.- Eh, ¿no me has oído? Un café cortado.
Sigue mirando a la máquina, con cara de incredulidad.
ANNA.- ¿Se puede saber qué clase de servicio es éste? ¡Quiero un café! ¿Es mucho pedir?
Le da una patada a la máquina, haciéndose polvo el pie.
ANNA.- ¡AAAAAH! Mi pobre piececito, mi pobre piececito.
Se sienta en una de las sillas y llega un chico joven, que mete una moneda y le sale un vaso con café.
ANNA.- ¡Eh, cómo has conseguido eso!
CHICO.- ¿El café?
ANNA.- Yo he probado pidiéndolo amablemente, dándole una patada... pero nada.
CHICO.- Tienes... que meter una moneda. Qué quieres.
ANNA.- Un café cortado.
El chico mete una moneda, da a un botón y le da el café a Anna.
ANNA.- Gracias.
CHICO.- De nada.
ANNA.- Así que hay que meter una moneda de esas...
CHICO.- Sí. ¿Cómo te llamas?
ANNA.- Anna.
CHICO.- Yo me llamo John. Soy becario aquí y...
ANNA.- ¿Becario? ¿Un becario es alguien que da becas y tiene millones?
CHICO.- No... millones lo que se dice millones...
ANNA.- Pues creo que tengo que volver a mi despacho.
CHICO.- Pero...
Anna se aleja corriendo.
ANNA.- ¡Acabaría haciéndote daño!

EN LA SALA DE CONTROL

Anna entra y se sienta en su silla, y empieza a sorber el café.
CARLOS.- Bueno, y por la noche, pondremos el video de Andrea entonces.
SAM.- Sí. Va a ser un especial de “Aquellos maravillosos años...” muy grande.
CARLOS.- En el fondo me dan pena...
Los dos se miran.
CARLOS Y SAM.- ¡Qué va!
Y ríen. Anna levanta la cabeza y ve en la pantalla una imagen de Andrea.
ANNA.- ¡MIERDA!
Carlos y Sam se giran, asombrados.
ANNA.- Me... tiré el café encima.
Los dos le miran la camisa que está totalmente limpia. Anna les mira, se mira su camisa y se tira el café encima aposta.
ANNA.- ¡Oh! Creo que tengo que irme a cambiar.
Sale de la sala de control.
ANNA.- Mierda. Menudo follón. ¿Y ahora cómo narices me quito esta mancha de la camisa? (“Recuerda lo de Andrea”) Ah, sí, lo de Andrea, lo de Andrea.

EN CASA

Anna entra en casa.
CAROL.- Eh, hola. Qué tal el trabajo.
ANNA.- Bien.
CAROL.- ¿Alguna novedad, algún cotilleo, algo que comentar?
Anna se queda pensativa, mirando.
ANNA.- Ummm, no.
Se sienta en el sillón y enciende la televisión.


HACE 7 MESES


RACHEL.- Pero no te vayas, Carol.
CAROL.- Sí, no aguanto en una casa en la no se me tiene en cuenta. Y menos con una hermana borracha que no quiere ver la realidad.
ANDREA.- ¡TE HE OÍDO!
CAROL.- ¡LO HE DICHO PARA QUE ME OYERAS!
RACHEL.- ¿No crees que estás dramatizando todo mucho?
CAROL.- Desde luego que no.
Carol coge sus dos maletas, pero, al ver que no puede con ellas, las vuelve a dejar.
CAROL.- Mandaré a alguien a por mis cosas.
Abre la puerta y se va.
RACHEL.- ¡ANDREA!
Rachel entra en la cocina, donde está Andrea, con una copa en la mano mientras lee una revista.
RACHEL.- ¿Qué haces bebiendo? ¡Son las 10 de la mañana!
ANDREA.- ¿Y?
RACHEL.- No te entiendo. ¿Vas a dejar que se vaya así?
ANDREA.- Sí.
RACHEL.- Quizá deberías pedirle perdón.
ANDREA.- ¿Yo? No tengo que hacer nada. Porque no he hecho nada, ¿sabes?
RACHEL.- Pero...
ANDREA.- Oye, no me eches un sermón tú también, ¿vale? No soy una borracha ni nada por el estilo. Estoy más que harta de... Me voy a dar una vuelta.
Se toma la copa de un sorbo y sale de la cocina. Rachel oye como da un portazo.

EN LA CALLE

Andrea sale de un Starbucks con un café en la mano cuando un trozo de su camiseta se queda enganchado en una papelera.
ANDREA.- Mierda.
Andrea empieza a tirar y se le rompe la camiseta.
ANDREA.- ¡AAAH!
Del impulso cae entre unas cajas de cartón y unas bolsas de basura, tirándose el café encima.
ANDREA.- Genial.
Un vagabundo sale de entre las cajas de cartón.
VAGABUNDO.- ¡Mi casa! ¡Has destruido mi casa!
ANDREA.- ¡Oh, perdone...!
VAGABUNDO.- ¡La mato, yo la mato!

EN EL MÉDICO

ALAN.- ¿Ya está?
ENFERMERA.- Ya está. Los resultados estarán mañana por la mañana.
ALAN.- Muchas gracias.
Alan sale de la consulta.

EN UN APARTAMENTO

Carol está en el ordenador. Está mirando su correo. De repente, le llega un e-mail de Rachel.
CAROL.- Pero que... “Mira esto” (lee)
Carol pincha en el link y le aparece una página de una revista. En la portada aparece una fotografía de Andrea tirada entre cartones y basura, con la ropa desgarrada, manchada, y peleando con un vagabundo.
CAROL (lee).- “¡EXCLUSIVA! Andrea Blue, sin casa y sin trabajo, se ve obligada a vivir compartiendo caja con un vagabundo agresivo”.
CAROL.- ¡PERO QUE...!

DÍA 9

EN EL HOSPITAL

ANDREA.- Buenas tardes.
ENFERMERA.- Buenas tardes.
ANDREA.- Quería saber a qué clínica se han llevado al paciente de la 232.
ENFERMERA.- Lo siento pero esa es una información que... un momento... ¿es Andrea Blue?
ANDREA.- Sí.
ENFERMERA.- ¡AAAAY! ¡Es mi actriz favorita! Quiero que sepa que estoy en contra de todo lo que hicieron con usted.
ANDREA.- Gracias. Ya está olvidado y...
ENFERMERA.- Fue algo tan injusto que...
ANDREA.- Gracias, gracias.
ENFERMERA.- Me encantó en “El lado salvaje de mi corazón”. Oh, oh, y en “Vive hoy... vive mañana”. Chapeu.
ANDREA.- Oh, gra...
ENFERMERA.- Mire, no puedo darle esa información. Así que dejaré el archivo del ordenador abierto, giraré la pantalla hacia usted y me iré a por un café. Cuando vuelva, ya se habrá ido.
ANDREA.- ¿Eh? Oh, ah, sí...
La enfermera se levanta y le guiña un ojo. Andrea coge un post-it y un bolígrafo y escribe en él.
ANDREA.- Perfecto.
Se va fuera del hospital.

EN LA CALLE

Coge el móvil y marca el número.
ANDREA.- Hola, sí. Quería preguntar por un paciente suyo que... Sí, sí, se llama...
Andrea cuelga.
ANDREA.- ¿Pero qué estás haciendo Andrea? ¿Desde cuándo te importa este tío?
HOMBRE.- Acabarán juntos.
ANDREA.- Métase en sus asuntos.
El hombre sigue andando. Andrea vuelve a llamar.
ANDREA.- Hola, sí... se cortó la comunicación... Sí, se llama Tom. ¿Cómo que qué más? Tom... ya. Tom y nada más. ¿No hay nadie más que se llame Tom? Ah, que hay más de 20 Tom... ¡Oh, espere!
Saca el post-it de su pantalón.
ANDREA.- Espere, se llama Tom Ian Green. Sí, Green. ¿Cómo que no le aparece en su archivo? Pero si...
La comunicación se corta.
ANDREA.- ¿Oiga? ¿Hola? Mierda, la batería.

EN CASA

Anna está tumbada en el sillón, viendo la televisión. Carol se sienta a su lado.
CAROL.- ¿Qué echan hoy?
ANNA.- Nada interesante.
CAROL.- Pon tu canal, a ver qué dan.
Anna cambia al canal donde ella trabaja.
PRESENTADORA.- Y, al final del programa, les ofreceremos un nuevo capítulo de “Aquellos maravillosos años”. Hoy, la famosa que aparecerá no es otra que la conocida como “Novia plantada”, “Novia borracha” o, simplemente, Andrea Blue.
CAROL.- ¿Qué?
ANNA.- ¡Oh, mierda!
CAROL.- ¿No sabías nada?
ANNA.- Esto... tengo que irme.
Se levanta y corre a su cuarto. Empieza a rebuscar entre sus DVDS y coge uno al azar. Hecho esto, sale corriendo de casa.

EN LA SALA DE CONTROL

Anna entra corriendo en la sala de control.
CARLOS.- ¿Eh? ¿Tú qué haces aquí?
ANNA.- Kim me ha dicho que no os avise. Pero como sé que os gusta... Samantha Panderson está entrando en el canal.
Los dos se miran, alegres y asombrados, y salen corriendo de la sala de control.
ANNA.- Anna 1 – Gilis empollones 0.
Sonríe y se sienta junto a los mandos.
ANNA.- A ver, dónde narices está el DVD.
Anna da un botón y sale un DVD.
ANNA.- Bien, Anna, eres un genio.
En la pantalla se va viendo lo que ocurre.
PRESENTADORA.- Y ahora, les dejamos con “Aquellos Maravillosos Años”. Hoy, Andrea Blue.
Sale la cabecera de la sección.
ANNA.- ¡Mierda!
Saca de su bolso el dvd que cogió de su cuarto.
ANNA.- Espero que esto distraiga la atención.
PRESENTADOR.- Buenas noches. Hoy tenemos con nosotros la historia de Andrea Blue, una joven actriz de Hollywood que pasó del estrellato a estrellarse en el mundo del alcohol. Después de triunfar en medio mundo con su última película, su novio, un importante productor musical, la dejó plantada en el altar. Nosotros tenemos las imágenes que, durante tanto tiempo, han sido escondidas. No pierdan detalle.
Aparece en pantalla Anna con un chico, ambos siendo grabados con una cámara en visión nocturna.
ANNA.- ¡Mierda, es mi video porno!
Carlos y Sam entran en la sala.
SAM.- ¿Qué narices...? Samantha Panderson no estaba por ningún... ¡Qué es eso!
En la pantalla está el vídeo porno de Anna.

EN CASA

Carol está sentada en el sillón.
CAROL.- ¡Dios! ¿Ésa es Anna?

EN LA SALA DE CONTROL

Los dos chicos están sentados, embobados, mirando la pantalla.
ANNA.- Qué, estoy estupenda, ¿eh? Pues ya veréis lo que viene ahora.

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