domingo, 24 de octubre de 2010

DÍA 6

SARAH.- Háblanos de tus hermanos.
ANDREA.- ¿De mis... hermanos?
SARAH.- Háblanos de Rachel, por ejemplo. O de Carol.
ANDREA.- Ya os he hablado de ellos.
JACK.- Querida Andrea, estamos ansiosos por saber más sobre tu vida.
ANDREA.- ¿No seréis periodistas?
Todos echan a reír.
JACK.- Yo fui periodista. Antes de volverme alcohólico.
ANDREA.- ¿Qué pasó?
JACK.- Digamos que... gane un premio muy importante... pero resultó que el artículo que escribí era un plagio de otro. ¡Pero yo lo hice inconscientemente!
KAREN.- Eso dicen todos.
ANDREA.- Oh... lo siento.
JACK.- No lo sientas. Sabía que mi nombre era por algo. Lo que pasa es que tarde en descubrir porqué.
ANDREA.- ¿Tu nombre?
JACK.- Jack... como Jack Daniels.
ANDREA.- ¡Ah!
Todos ríen de nuevo.
ANDREA.- Mi hermana Rachel... de pequeñas éramos inseparables. Hasta que un día se fue... tenía yo 15 años. No la volví a ver hasta lo que... bueno, ya sabéis la historia.


HACE 8 MESES

Rachel está en la playa que hay junto a la casa de Andrea. Suena un despertador y se gira para que el sol le dé en la espalda.
CAROL.- ¡Si parece un pollo asado!
RACHEL.- Cuando tenga un moreno envidiable y tú estés más blanca que la leche, entonces hablaremos.
CAROL.- Cuando yo esté más blanca que la leche, tú estarás más arrugada que una pasa.
RACHEL.- Eso habrá que verlo.
Alan baja por unas escaleras de madera a la playa.
ALAN.- ¡Hola!
CAROL.- Me voy a bañar.
Carol pasa junto a él, sin mirarle, y va hacia el mar. Alan se sienta en la arena.
ALAN.- ¿Qué le pasa a Carol conmigo?
RACHEL.- Comprende que es la única que te conoció. Es... algo duro que el hermano que creías muerto vuelva 25 años después, ¿no?
ALAN.- Sí, supongo...
RACHEL.- También hay que tener en cuenta que has venido... y sólo te has centrado en Andrea... cuando a la que conocías era a ella... a Andy ni siquiera la...
ALAN.- Tienes razón. Ni a ti.
Rachel se reincorpora en su toalla.
RACHEL.- ¿Cómo te... salvaste?
ALAN.- No lo recuerdo muy bien. Estaba en el hospital, había tenido una pulmonía... cuando todo se volvió negro. Después, desperté tendido en el suelo y un hombre me cogió entre sus brazos. Estuve muchos años sin recordar nada de antes del accidente. Y como no sabían quién era, ni de dónde había salido... me adoptó una familia de Londres.
RACHEL.- ¡Oh!
ALAN.- Me trataron bien. Pero estuve muchos años investigando sobre mi pasado, ¿sabes? Y bueno...
Carol llega del agua y ve a los dos abrazados.
CAROL.- Me voy a la piscina.
RACHEL.- Oh, por favor, no seas tan gruñona. ¡Es tu hermano!
CAROL.- Yo sólo tengo dos hermanas.
ALAN.- Carol...
Carol gira la cabeza y se va.

EN CASA

Andrea está en la cocina, leyendo el guión en voz alta, con John enfrente.
ANDREA.- ¡Y vístete bien, o... o...! A quién pretendo engañar... No valgo ni siquiera para este papel. Estoy acabada.
JOHN.- No estás acabada, ni mucho menos. Sólo un poco cansada. Nada más.
ANDREA.- Necesito... distraerme. ¿Y Alan?
JOHN.- Creo que está en la playa.
ANDREA.- No me vendría mal un baño en el...
JOHN.- ¿Estás loca? ¡Paparazzis! Ahí te acosarán.
ANDREA.- ¡Por favor, han pasado 4 meses! ¿Es qué nunca voy a poder llevar una vida normal?
JOHN.- No, aún no.
Andrea enciende la televisión.
CANAL 1.- Y en otro orden de cosas... ¿qué fue de Andrea Blue?
COLABORADOR.- Llevamos sin saber de ella más de dos meses. Dicen que vive recluida con sus dos hermanas.
COLABORADOR 2.- ¡Que la dejen tranquila! Bastante duro fue lo que pasó.
COLABORADOR.- Pero debería saber que en el alcohol no está la solución.
COLABORADOR 3.- Andrea siempre ha estado mal aconsejada.
PRESENTADORA.- ¿Pensáis que es más problema de su ambiente que de ella misma?
COLABORADOR 3.- Mira su contable. Por su culpa, está en la ruina.
ANDREA.- ¡Se supone que eso no salió a la luz!
COLABORADOR 2.- Eso son rumores sólo.
PRESENTADORA.- En este programa son tan válidos los rumores como las noticias.
ANDREA.- ¿Qué clase de programa es éste?
JOHN.- El más visto de la costa oeste.
COLABORADOR.- Andrea ha hecho el ridículo desde la boda hasta aquí. Creo que debería replantearse limpiar su imagen. Es el hazmerreír de la prensa. ¡Y no hace nada por evitarlo!
PRESENTADORA.- Quizá debería salir de su reclusión, quieres decir.
COLABORADOR.- Sí, es exactamente lo que quise decir.
PRESENTADORA.- Hoy tenemos una exclusiva. Se trata de la última entrevista que concedió Andrea antes de su “no-boda”. Escuchen y opinen.
Aparece un vídeo de Andrea sentada en un sillón, siendo entrevistada.
ENTREVISTADOR.- ¿Y qué opina de la droga?
ANDREA (entrevista).- Debería legalizarse. ¿Sabes? A mí me ha ayudado mucho.
ANDREA.- ¿Qué? ¡YO NO DIJE ESO! ¡Están cortando y pegando respuestas de otras preguntas!
ENTREVISTADOR.- ¿Realmente crees en que cada americano debería llevar un arma para su protección?
ANDREA (entrevista).- ¡Y el mundo entero!
ANDREA.- ¡Esa respuesta era sobre el cambio climático! Se van a enterar. Dame el teléfono.
JOHN.- No, Andrea, no creo que sea...
Andrea gruñe y corre hacia el teléfono de la pared. John se lanza hacia ella y le coge la mano, pero Andrea forcejea y gana. Marca unos números.
PRESENTADORA.- ¡Me dicen que tenemos al teléfono a Andrea Blue! Andrea, buenos días, estás en antena.
ANDREA.- Sólo quería mostrar mi rechazo absoluto a vuestro programa. Esa entrevista ha sido manipulada y pondré todo en manos de mis abogados.
PRESENTADORA.- Lo siento, Andrea, pero esta entrevista es perfectamente válida. No hemos manipulado nada. Tanto las preguntas como las respuestas son verdaderas.
ANDREA.- ¡Están sacadas totalmente de contexto!
COLABORADOR 2.- Andrea, quería hacerte una pregunta sobre...
ANDREA.- ¡AL CUERNO!
Cuelga el teléfono, enfurecida.
PRESENTADORA.- Bueno, creo que hemos perdido la comunicación. De todos modos, gracias por llamar, Andrea. Y he de reiterar, queridos telespectadores, que en ningún momento hemos manipula...
Andrea lanza un plato contra la televisión.
JOHN.- ¡Andrea!
ANDREA.- Necesito un trago.
John se acerca para intentar impedírselo, pero Andrea le mira fijamente y John da dos pasos para atrás.
ANDREA.- Estoy harta, harta.


DÍA 6


Andrea camina hacia casa, cuando alguien la toca por detrás. Andrea gira velozmente y saca su spray antivioladores.
TOM.- ¡Eh, eh! Soy yo...
ANDREA.- ¡Joder, Tom! Qué susto me has dado.
TOM.- Lo siento...
ANDREA.- ¿Qué pasa? ¿No... no te ibas al tratamiento?
TOM.- Han retrasado mi ingreso unos días.
ANDREA.- Oh.
TOM.- Ya sabes, cosas de dinero y demás.
ANDREA.- Sí, entiendo. Qué me vas a contar a mí, que antes era rica no, riquísima, y veía a la gente como tú por encima de... de... ¿qué decías?
TOM.- Me gustaría invitarte al cine.
ANDREA.- ¿Al... al cine? Oh, lo siento, pero es que ya tengo algo que hacer.
TOM.- ¿El qué?
ANDREA.- ¿Y a ti qué te importa?
TOM.- Sí, tienes razón. Bueno, otro día...
Tom se va.
ANDREA.- Vamos, ni que una no tuviera nada que hacer en la vida, ¿sabes? ¡Ja!
Andrea se aleja.

EN EL RELLANO

Andrea está frente a la puerta.
TOM.- ¡Eh!
ANDREA.- ¿Pero qué...? Esto ya es acoso en toda regla, ¿eh?

EN CASA

Carol está mirando por la mirilla, con Anna haciéndose la pedicura en el sofá.
ANNA.- ¿Quieres dejarles en paz?
CAROL.- ¿Es qué no tienes alma de cotilla?
ANNA.- Es obvio que sí, pero lo tuyo es demasiado.
CAROL.- ¿Tú no deberías estar buscando trabajo?
ANNA.- ¿No ves que no puedo buscar trabajo con estas uñas?
CAROL.- Son los pies, irán dentro de unos zapatos.
ANNA.- Pero yo sabré que están descuidadas. Y cuando me hagan la entrevista, me mirarán a los ojos y también lo sabrán. Y, nena, será mi fin.
CAROL.- Lo que tú digas. Y calla, que no me entero.

EN EL RELLANO

TOM.- ¿Por qué eres tan borde conmigo?
ANDREA.- ¿Yo? ¿Borde? ¡¿Yooo?!
TOM.- No te he hecho nada, sólo intento ser amable y...
ANDREA.- Ya me conozco a la gente como tú.
TOM.- No, está claro que no conoces a la gente como yo.
ANDREA.- ¿Perdona?
TOM.- Todos sufrimos y hemos sufrido en la vida, ¿sabes? No eres la única.
ANDREA.- Bueno, la única importante sí.
TOM.- ¿Ves? Siempre tienes que estar por encima de todo.
ANDREA.- Mis años me ha costado.
TOM.- La verdad... pensé que eras de otra manera. Pero ya veo que me equivocaba.
ANDREA.- Nadie te ha pedido la opinión.
TOM.- Pues yo te la voy a dar.

DENTRO

CAROL.- ¡Pero... pero...! Bueno, ahí tiene toda la razón y...
ANNA.- ¿Quieres dejarles en paz?
CAROL.- ¿No es obvio que no?
ANNA.- Pues déjame un hueco.
CAROL.- ¿Puedes estarte quieta?
Empiezan a empujarse para ver por la mirilla cuando Andrea abre la puerta y Caroline cae al suelo.
ANDREA.- ¿Qué haces ahí?
CAROL.- Es bueno para la espalda, ya sabes.
ANNA.- Loca. Se lo digo todos los días.

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